Por Greg Reyneke, MWS
Una piscina o spa es un ecosistema complejo, en el que el agua está expuesta a muchas cosas que pueden afectar tanto la estética como la seguridad. Un protocolo inteligente de limpieza y saneamiento es crucial para asegurar una experiencia segura y agradable, al mismo tiempo que se minimiza el costo y la responsabilidad. Los sistemas de gestión de la calidad del agua de piscinas y spas incluyen generalmente los siguientes componentes:
• Macrofiltración
• Microfiltración
• Control del pH
• Desinfección
• Control de nutrientes
Si bien es importante comprender otros aspectos de la gestión eficaz de una piscina o spa, este artículo se centrará únicamente en la desinfección, y especialmente, en el uso del ozono como complemento eficaz de los protocolos tradicionales de cloración. La norma de facto para la desinfección del agua de piscinas en los Estados Unidos es el cloro, suministrado como sólido o líquido estabilizado. El cloro es fácil de agregar, relativamente seguro de almacenar y bastante rentable de usar para el operador promedio residencial o institucional, dentro de un protocolo inteligente de gestión de la calidad del agua. Recuerde apegarse al cumplimiento de las leyes locales; algunas localidades de los Estados Unidos exigen un nivel mínimo de cloro residual, independientemente de la eficacia de otros métodos utilizados. El cloro no siempre es la mejor solución para todas las aplicaciones y no es totalmente eficaz contra todos los contaminantes transmitidos por el agua, dejando la puerta abierta para añadir ozonación y procesos avanzados de oxidación (PAO).
La mayoría de los contaminantes que tratamos en las piscinas y spas son introducidos por los propios bañistas, lo cual significa que los tipos y niveles de contaminación fluctuarán de forma dinámica, y a menudo dramáticamente, dependiendo del número de usuarios, así como su nivel de higiene personal. Los contaminantes en las piscinas y spas pueden clasificarse de la siguiente manera:
• Macropartículas (pelo, vendajes, piojos, fibras de ropa)
• Microparticulados (escamas de la piel, ácaros, escoria de jabón, minerales precipitados, materia fecal)
• Contaminantes disueltos (orina, sudor, lágrimas, fluidos mucosos corporales, saliva, bebidas, etc.)
• Microorganismos (bacterias, moho, hongos y virus)
• Nutrientes (fosfatos, nitratos y otros componentes para los organismos vivos)
Un sistema de filtración adecuadamente diseñado eliminará macro y micro partículas, dejando sólo los contaminantes disueltos y los microorganismos a ser abordados. Los contaminantes disueltos provienen de sólidos disueltos, así como de los componentes orgánicos de los fluidos corporales de mamíferos, y contienen amoníaco, grasas, carbohidratos, proteínas y complejos de aminoácidos que pueden ser una base alimenticia para las bacterias. Naturalmente, estos se encuentran generalmente a niveles muy bajos y no son en sí perjudiciales ni estéticamente poco atractivos para los bañistas. Cuando estos compuestos reaccionan con desinfectantes a base de cloro, la oxidación incompleta puede permitir que las cloraminas se reproduzcan en el agua, lo cual contribuirá significativamente a olores desagradables, así como irritar los ojos y posiblemente el sistema respiratorio.
De acuerdo con el Journal of Sports Medicine: “…hay problemas relacionados con la salud asociados con nadar en el agua de piscina químicamente tratada. El agua de piscina se desinfecta en interés de la salud pública, aunque parece que la desinfección química del agua de piscinas puede ser la causa de muchos de los problemas relacionados con la salud que se han reportado. Hay evidencia médica que sugiere que la exposición a químicos como el cloro y sus derivados, cloraminas o cloroformo, puede dañar el epitelio respiratorio y causar una mayor permeabilidad vascular y edema de las membranas mucosas que recubren las vías respiratorias y el pulmón, lo cual puede dar lugar a graves reacciones inflamatorias.”
Los propietarios y operadores innovadores quieren que el ambiente acuático sea limpio, seguro y estéticamente atractivo para quienes lo usan, manteniendo los costos de operación razonables y permitiendo una fácil capacitación del operador. La ozonación es una de las alternativas a la cloración que se ajusta a la ley para hacer las piscinas más limpias, claras, seguras y fáciles de mantener. Es posible que ya sepa sobre el ozono, cómo se produce y los beneficios/desventajas generales relacionados con el tratamiento de agua potable, por lo que simplemente exploraremos la forma en que añadir ozono a una piscina puede tener beneficios significativos.
Dado que el ozono es un oxidante tan potente, su beneficio es inmediatamente evidente ya que destruirá rápidamente muchos compuestos orgánicos, al mismo tiempo que inactivará bacterias, hongos, mohos y virus, sin riesgo de acumulación de resistencia o inmunidad. Se ha demostrado que las concentraciones de ozono tan bajas como 0.5 mg/L son bastante efectivas para inactivar patógenos transmitidos por el agua como Pseudomonas y Legionella en un tiempo significativamente más corto que con el cloro acuoso o bromo. El ozono es también muy beneficioso en la reducción de la carga orgánica total del agua, mientras que tiene un ligero efecto coagulante de ciertos coloides, lo cual hace que el proceso de microfiltración sea más eficiente y eficaz. Un beneficio adicional del ozono es que se descompone en oxígeno estable (O2), que es beneficioso para la salud general del medio acuático recreativo.
Cuando se agrega ozono a una piscina de cloro existente, es útil entender la química de la piscina. Las pruebas para determinar lo siguiente serán muy útiles cuando discuta el proyecto con su proveedor o consultor:
• Dureza del agua
• Alcalinidad total
• pH
• Sólidos Disueltos Totales (SDTs)/Conductividad
• ORP
• Fosfato
• Nitrato
• Amoníaco
El ozono se puede inyectar de forma intermitente o continua, dependiendo de la cantidad de cloro residual que se pretende mantener en la piscina. Típicamente, la ozonación puede reducir la demanda de cloro hasta en un 90 por ciento y es necesario utilizar cantidades muy pequeñas de cloro residual. La inyección continua de ozono puede realizar el trabajo pesado, y una baja dosificación de cloro posterior, actuará como método de apoyo para mantener el control bacteriano. He empleado la ozonación continua en proyectos de piscinas y spas para reducir significativamente la demanda oxidativa total del agua, permitiendo una dosis de cloro extremadamente baja, mientras se mantienen los residuos compatibles.
Una vez que haya decidido la cantidad de ozono requerida, el método de aplicación y el tipo de equipo a utilizar, se trata de seleccionar a los proveedores y fabricantes. Sería sensato seleccionar a aquéllos que tengan un servicio establecido y un programa de apoyo técnico, junto con formación sobre la instalación y el servicio, y un suministro local de mantenimiento/piezas de repuesto. Además, deberá considerar el uso de equipos y componentes certificados según NSF/ANSI 50, especialmente cuando se trabaja con piscinas comerciales y spas para que pueda tener la verificación adicional de seguridad de materiales, medidas de protección del operador, eficacia de desinfección y nivel cuantificado de inactivación de Cryptosporidium. Además tendrá que tener en cuenta los requisitos para ajustar la química del agua de la piscina, las complicaciones de instalación y el entrenamiento del operador para mantener la configuración del equipo. El mantenimiento del equipo del ozono es ciertamente más complejo que tan sólo arrojar productos químicos en el agua. Un técnico de mantenimiento bien motivado, con un entrenamiento cuidadoso, se adaptará fácilmente a trabajar con un secador de aire, generador de ozono, compresor de ozono y otros dispositivos relacionados.
Naturalmente, la ozonación no curará todos los males, ya que es solamente eficaz por algunos segundos mientras que el agua pasa a través del tren de la tubería y de la filtración, no por toda la piscina en sí. Queremos que el ozono sea consumido o destruido antes de llegar al cuerpo principal de la piscina, para que los bañistas no estén expuestos al ozono libre, irritante. En consecuencia, a menos que el protocolo de saneamiento residual de la piscina se desarrolle y siga adecuadamente, la acumulación de algas en la piscina es posible y casi inevitable. Asegúrese de chocar periódicamente la piscina o el spa, así como examinar los niveles de cloro libre presente en la piscina principal o en el agua del spa, y seguir los protocolos de mantenimiento y dosificación adecuados.
Conclusión
La tecnología de desinfección de ozono aprovecha la potencia de la oxidación natural para hacer que el agua de piscinas y spas sea más limpia, clara y segura. Tomando el tiempo para aprender a aprovechar esta potente tecnología mejorará su capacidad de servir a sus clientes.
Referencias
(1) Journal of Sports Medicine [SPORTS MED.], Vol. 21, No. 4, pp. 256-261, 1996.
Acerca del autor
El Sr. Greg Reyneke, Director General de Red Fox Advisors, posee dos décadas de experiencia en la gestión y el desarrollo de concesionarios de tratamiento de agua. Su experiencia abarca toda la gama de aplicaciones residenciales, comerciales e industriales, incluyendo el tratamiento de aguas residuales. Además, el Sr. Reyneke ofrece servicios de consulta sobre métodos de conservación y reutilización del agua, incluyendo la recolección de aguas pluviales, ecosistemas acuáticos, reutilización de aguas grises y diseño eficiente de agua. Es miembro del Comité de Revisión Técnica de nuestra revista hermana en lengua inglesa, WC&P, y actualmente se desempeña en la Junta Directiva de PWQA, presidiendo el Comité Técnico y de Educación. Usted puede seguirlo en su blog en www.gregknowswater.com